Industrializar frontera

     Siempre teniendo como eje y columna vertebral la super autopista Mediterráneo pirenaica, y al abrigo de esta es necesario crear los pasillos industriales en las fronteras de los nuevos territorios. Hay que tener en cuenta que tanto Cataluña como las Vascongadas serán regiones excluidas de la comunidad económica europea, por tanto las empresas que allí se localicen no podrán vender sus productos salvo que paguen los aranceles de importación que determina la unión europea para los países no miembros. Si tú eres empresario inteligente no vas a renunciar a tener menos gastos de producción y comercialización. Igualmente preferirás tener un mercado de 200 millones de consumidores a quedarte con uno de tan sólo seis por muy romántica que la idea parezca en un principio.

    Es importante primar el asentamiento de industrias en esta nueva zona fronteriza que compitan directamente con los productos que se fabrican en las dos regiones escindidas. Podriamos hablar por ejemplo de la creación de empresas de fabricación de cava valenciano y aragonés, textiles,  químicas que compitan directamente con las de Tarragona. Asimismo deberíamos esgrimir los argumentos necesarios para convencer a la empresa SEAT para que traslade su fábrica a la zona de Valencia con un puerto importante cerca de su núcleo de producción. 

    En la vertiente vasca, potenciaríamos la creación de industrias de metalurgia y maquinaria así como fábricas de papel y plásticos.

    Teniendo en cuenta que estas nuevas empresas creadas en territorio nacional podrían vender al resto de Europa sin pagar aranceles a la exportación, ya que pertenecen a un territorio económico común, y que las situadas en Vascongadas y Cataluña no podría hacerlo, está claro que la competitividad de estas últimas zonas se vería tremendamente mermada, contribuyendo al empobrecimiento de esos territorios y de las personas que los habitan.