Carta a los Militares Españoles

Esta es una carta abierta a todos los militares españoles para que la lean en el momento en que se produzca la independencia de Cataluña y/o de las Vascongadas.

                Estimado General.

Antes de nada quiero presentarme. Me llamo Juan Español y soy español, pero español de los de la España de ahora, de los que cree en la sagrada y legitima inviolabilidad del territorio de España tal y como lo conocemos. No soy ni de izquierdas ni de derechas, ni tampoco de centro, solo soy un ciudadano de España que ha pasado buena parte de su vida en las regiones catalana y vasca y al que ahora le quieren arrebatar esos trozos de sus recuerdos. Soy un ciudadano al que unos cuantos individuos le quieren hacer creer que esas zonas de un país que un día fue mío ya no lo son en base a una historia y unos prejuicios inventados.

Esta carta es para pedirle que, en caso de que los nacionalistas decidan independizarse, por favor NO dé la orden de atacar esos territorios.

Piense que en Vascongadas y sobre todo en Cataluña la mayoría de la población se siente española (en Vascongadas la mayoría se encuentra ahora en el exilio debido a la traición y cobardía de sus políticos que no han sido capaces de imponer las leyes constitucionales que todos votamos) . Si, ya sé que no lo han demostrado y que con su falta de valor y apatía han dejado que la minoría nacionalista haya conseguido imponer sus ideas al resto. Pero atacarles con las armas podría hacer que engendrasen un odio hacia lo nuestro, que haría más difícil una próxima reincorporación al territorio patrio.

La fruta caerá por su propio peso cuando esté madura. El independentismo no es sino una mera excusa para ocultar los apaños económicos y las corruptelas y corrupciones a gran escala de la elite política nacionalista que se envuelve en sus banderas para manipular a las masas.

Hagamos que todo el proceso de separación sea pacífico.

Ahora eso sí,  en caso de que una vez lograda la separación momentánea del territorio nacional, los nuevos estado catalán y vasco decidan agredir (ya sea físicamente o bien inmiscuyéndose en la vidas de nuestros estructuras políticas)  a alguna parte de España, entonces sí que será el momento de tomar las armas, cumpliendo el legítimo derecho de la defensa del territorio nacional ante una agresión extranjera. Si los nacionalistas catalanes intentasen desestabilizar regiones como Las Baleares y La región de Valencia a través de soflamas y movimientos imperialistas como por ejemplo el “Omnium cultural” infiltrándose en la sociedad levantina y creando el germen de una enemistad contra el resto de España en sus habitantes. Eso sí que podría considerarse un ataque al conjunto de la Nación y sería merecedora de una demostración de fuerza. Lo mismo ocurriría con el nuevo país Euzkadi si pretendiesen algo similar con Navarra. Pero mientras eso no ocurra por favor no entremos en guerra.

Y aun así en caso de tener que atacar con aviones, barcos y tanques, en caso de tener que bombardear  el territorio catalán o el vasco le rogaría, mi General, que intente evitar en la medida de lo posible provocar víctimas civiles. Que no haya ni un herido ni un muerto catalán o vasco, aunque fuese independentista. Ya se les juzgará después por alta traición y, créame, es mucho más castigo y duele mucho más una pena de prisión perpetua en Fuerteventura que una vida que se va y que se convierte en heroica para el imaginario nacionalista.

En caso de tener que atacar creo que sería suficiente bombardear y destruir:

-30 o´40 puentes  de autopistas > con ello cortaríamos los suministros a la población haciéndoles pasar hambre.

- Las centrales eléctricas y generadoras de energía > con ello les haríamos pasar frio en invierno y calor en verano. Cuando a un habitante de Barcelona, ya sea nacionalista o no,  le empiece a aterir el frio del duro invierno se planteará si habrá merecido la pena jugar a la independencia para que sus políticos le puedan seguir robando. Y teniendo en cuenta además que en ese  momento en el que su ciudad y su “país” están siendo destrozados, lo más seguro es que sus gobernantes se encuentre en el exilio, en Francia, bien resguardados de los sufrimientos que ellos han creado. Siempre suele pasar igual, ellos crean las condiciones necesarias para que una guerra estalle pero cuando se les va acercando huyen.

- Los estudios de televisión verdaderos generadores de propaganda política, adoctrinadoras de la masas ignorantes y principales canales de vehiculización del odio gestado por los nacionalistas hacia el resto de la ciudadanía española.

- Los aeropuertos de Barcelona, Reus, Gerona, Lérida, Bilbao San Sebastián y Vitoria; y los puertos de Barcelona, Tarragona y Bilbao. El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de la economía catalana, Dejar todas estas infraestructuras inutilizables durante un par de años crearía una crisis en el sector difícilmente recuperable. Si a esto le unimos que los turistas huyen de países en conflicto hacia lugares más estables, se provocaría un daño prácticamente irreparable y obligaría a los empresarios turísticos a tener que trabajar muy duro para recuperar una clientela que ahora ya tienen y que se esfumaría.

Y por favor no destruya lugares emblemáticos que pertenecen a todos los españoles como La Sagrada Familia, la basílica de Montserrat, la ciudad de Tarragona, el Guggenheim, la casa de juntas de Guernica etc

No destruya tampoco las principales instituciones políticas  catalanas o vascas como el parlamento catalán, el palacio de San Jaime, Ajuria Enea o el parlamento vasco. Es necesario que los políticos causantes de este desastre puedan juntarse en algún lugar donde, a todos juntos,  pueda localizarlos el pueblo catalán no nacionalista para someterlos a las penas que  la justicia de esos ciudadanos quiera imponerles por su traición y sus resoluciones y aventuras criminales.

Pero sobre todo, mi General, le reitero mi petición, en caso de que la guerra sea necesaria que no haya ni un solo muerto catalán o vasco. Todos son hermanos nuestros, todos llevan la misma sangre española por sus venas, solo que algunos de ellos, los que tienen sus potenciales intelectivos más disminuidos y una menor capacidad de razonamiento se han creído las mentiras que un grupo de aprovechados le han ido inculcando desde niños. Pero en el fondo cuando todas las cosas vuelvan a  ser como antes, esas falaces ideas se pueden revertir, mostrándoles la realidad histórica del camino y la historia común de los pueblos de España.

Muchas gracias por su atención, mi General

Juan Español (y Catalán y Vasco)

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