De acuerdo con usted, pero mientras tanto podemos focalizarnos en cuatro o cinco productos que sepamos que son catalanes.
Yo, por ejemplo, antes era un gran consumidor de agua con gas de una marca catalana, desde hace un año y pico cuando voy a algún bar pregunto antes de pedir "¿tiene agua con gas que no sea catalana?" Y si me dicen que no que sólo es catalana no consumo agua con gas pido otra cosa.
De esta forma he conseguido que la cervecería a la que suelo acudir habitualmente los fines de semana Haya dejado de comprar agua con gas de marca catalana y ahora traiga Montepinos, no solamente para mí sino para todos sus parroquianos.
Aunque en principio parezca poco el eco que podemos tener individualmente con estas acciones, poco a poco la campaña de boicot se va notando.
Este verano acudí un día a un supermercado de la cadena Caprabo ubicado en una población costera catalana, todas, absolutamente todas, las indicaciones y los anuncios por megafonía estaban solamente en catalán. Aquí yo me siento tan mal que salí del supermercado sin comprar absolutamente nada el resto del verano hice mis compras en el supermercado mercadona que tenía etiquetados sus productos en español y catalán. Posiblemente gasté alrededor de 600 € durante todo el verano que no percibió la firma catalana y si la firma Valencia.
En mi lugar de origen, que es una comunidad de fuera de Cataluña el supermercado Caprabo de mi localidad está bajando su número de clientes en favor del mercadona que hay un pueblo más allá. Todo esto se va notando y los principales perjudicados son los empresarios catalanes que son los que tienen que tomar medidas para presionar a sus políticos y evitar la sangría de sus beneficios económicos.
Y hágame caso. esto sí que les duele.
Intentar boicotear de golpe todos los productos catalanes sería muy difícil, pues es harto complicado acordarse de todas las marcas. Pero si es tremendamente efectivo elegir cinco o seis marcas emblemáticas de Cataluña he ido a saco a por ellas.
Por ejemplo dejar de consumir pizzas catalanas, aguas minerales catalanas, cavas catalanes, y galletas y Cacaos catalanes. Todos estos productos tienen alternativas o bien españolas o bien francesas o italianas que pueden reemplazar perfectamente a los primeros en nuestra cesta de la compra.
¡Ánimo y luchemos con las armas que poseemos!